Friday, January 05, 2007

Cancelamos la fiesta: Año nuevo contramayoritario.

Cansado de las mentiras fronterizas de año nuevo -los fuegos artificiales, las bebidas de fantasía, los calzones amarillos, las lentejas y toda esa alegría-, el subversivo desorden había organizado una contrafiesta memorable. Todo estaba preparado: lamentos mediocres, tibios entusiasmos, promesas insinceras iban desanimar la despedida de este 2006. El lugar, una casa de medio pelo rodeada por vecinos intransigentes y quisquillosos. La música: el galope de la sangre en los oídos. El trago, escaso. Hielo para derrochar. Fuego natural como estocada literal y torpe en contra del sentido de las cosas.
Lo sentimos: terminamos sucumbiendo, empáticos y cariñosos, ante el desborde irreflexivo y bien nacido de euforias colectivas y decidimos (algo tarde, lo aceptamos) cancelar la contrafiesta y desearles un feliz año nuevo y una próspera resaca.